jueves, 9 de abril de 2015

Debido a la lábil frontera que existe en China entre escritura, pintura y artes decorativas,  el libro ha compartido honores como soporte textual con  otros muchos objetos: piedras, rollos de seda, rollos de papel, álbumes, abanicos, etc. Mientras que la tradición popular occidental representa al intelectual como un ser absorto en sus libros, en China se le identifica sobre todo con los llamados cuatro tesoros del estudio(文房四宝): el pincel, la tinta, el papel y la piedra de entintar. El éxito de la literatura digital, tanto en China como en Japón, tal vez no sea ajeno a una tradición que ha hecho de la escritura un valor en sí, independientemente del medio en el que esta se presente.  

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