A veces creo que mi casa es un reflejo de mi interior, de mi cerebro. Y asi como de repente hay pensamientos que aparecen sin avisar cuando estas en otra cosa; asi asoman también los objetos de mi casa cuando menos te lo esperas.
El cepillo del pelo aparece sobre la mesa del ordenador. Las gafas de leer sobre la ropa de planchar. El móvil en el bolsillo de la cazadora en invierno. El correo dentro del lavabo. La tarjeta de credito dentro de los cajones de ropa interior.
Y que me decis de la alegría de encontrar aquel objeto que habia desaparecido y de repente, al cabo de unos meses o unos años aparece cuando menos te lo esperas...¡¡¡Eso si que es una alegría!!!...Pueden ser unas monedas en aquel abrigo que ya no llevas (O en el sofá), o aquel collar que desapareció no sabes como y está ahora metido en la caja de unos zapatos...¿Y aquella camisa que hacía tiempo que ya ni buscabas porque la dabas por perdida? Ohh mira... estaba escondida en el cajon de las toallas....
Si mi casa es como mi cerebro ,un pensamiento lo mismo que un objeto, aparece y desaparece cuando menos te lo esperas.
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